La semana ha pasado rápida, y perfecta, con la naturalidad con la que los dias perfectos transcurren en esta ciudad. Una noche sin dormir y bajar a comprar pasteles recién hechos a la pastelería de debajo de casa, una cena con amigos, un cumpleaños en un bar en 4 idiomas diferentes y crepes, tequila y cerveza y bailar en un irish pub; tomarme una cerveza con mis compañeros de clase en los parques de luxemburgo, parar en una chocolatería preciosa de camino a casa porque se te hace imposible no entrar.
Y ahora, otra vez, viernes. Ducha, comer, ir a clase...volver a casa en metro y merendar cotilleando de como ha ido el día, trasladar alguno de los debates de clase al sillón. Luego picnic, creo, y volver a casa en bici porque ya habrá cerrado el metro (y quejarme, y arriesgar mi vida sin mirar a la carretera porque bastante tengo con no caerme, y preguntar cuanto queda cada menos minutos de lo que sería correcto para alguien maduro y chic).
Mañana viene Almu. Dios, que rápido pasa la semana, antes de que me de cuenta ya se habrá ido.
1 comentario:
arrivoooo!
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