jueves, 30 de septiembre de 2010

Otoño

Tengo fríos los pies, y la posibilidad de no llevar un jersey, aunque sea por si acaso, no la barajo.
El verano ha terminado.

El año empieza realmente en septiembre y en lunes; cada año de los 6 que decidí voluntariamente pasar en la universidad empieza en otoño, y con un montó de buenos propósitos.

Es mi último primer día del año en fechas tan extrañas. Acaba la carrera, último año, fin.
Tengo frío y mientras escribo pienso en ponerme unos calcetines más gordos, pero me digo a mi misma, quizás solamente para justificar mi vagancia, que escribir con frío sobre el otoño debería ser inspirador.

París se ha quedado en París y quizás el mejor verano de mi vida ha terminado. Ya no queda nada de eso cerca, ya no me acuerdo de como saben los croissants recién hechos de la pastelería de abajo y desde luego no echo de menos la ausencia de ascensor hacia una cama ahora ocupada por otra gente. Ya no es verano, ahora todo es otoño, solo otoño.

ya he hecho la matrícula y estoy a 12 asignaturas de ser licenciada en Derecho y ADE, de acabar a la grande un ciclo lleno de ciclos. Me he apuntado a un gimnasio y me he comprado una bolsa con tuppers para no comer guarradas en la uni y llevar una vida saludable. Como todos los 1 de eneros mis principios de año tan peculiares también vienen cargados de buenos propósitos.

Es mi primer otoño con él. Por eso da igual que se haya acabado el verano, porque tendré muchos, muchos otros, y los haremos igualmente perfectos.

martes, 7 de septiembre de 2010

de llantos

"ya te dije que no podía prometerte no estar loca"

es verdad, no se lo prometí, ni siquiera a mi me lo puedo prometer y a veces me encantaría.

Me he levantado llorando, como un bebé, a lágrima viva...no se que habré soñado esta noche pero ha debido ganar el malo seguro. No he tenido hambre en todo el día, todas las veces he comido a disgusto, y el orfidal espontáneo que he decidido tomarme para callar la presión en el pecho me ha dejado sobada sin piedad durante 4 horas.

También ha habido llorera por la tarde, pero esta vez por algo que ojalá hubiera sido un sueño, y cambio de planes, y ya no se si es la conjuntivitis o que nací para plañidera, pero tengo los ojos para hacerme unos nuevos.

y tengo que terminar de estudiar, porque mañana empiezo mi condensada sesión de exámenes de septiembre (miércoles y jueves) y uno nunca se lo sabe todo bien, pero ahora mismo, aunque piense seguir estudiando un par de horas, me parece un mal menor.

Me importan una mierda los procedimientos abreviados, el tribunal del jurado o el recurso de casación. Me da absolutamente igual cuando se llama sumario, cuando instrucción y cuando diligencias previas aunque en verdad sean lo mismo. Voy a estudiármelo y me lo voy a aprender, pero hoy, precisamente hoy, no podrían tener menos importancia.


no creo que esté loca, pero no podría prometer no estarlo.