sábado, 7 de febrero de 2009

fe

Supongo que no es algo que la gente vea de Florencia, de hecho estoy segura que ni siquiera la gente de aqui se da muchas veces cuenta de que existe, pero es de alguna manera especial.

La iglesia donde Dante se enamoró de beatrice, que luego le inspiró para escribir la divina comedia...
creo que es de las iglesias mas pequeñas que he visto nunca, pero tiene algo de carino. Hay un cesto al lado de la tumba de beatrice donde los enamorados dejan sus plegarias, me ha hecho sonreir, me ha recordado a los niños escribiendo cartas a los reyes y dejandolas en el buzón. Me he imaginado a esas parejas poniendose de acuerdo en sus peticiones a Dios y firmando con los nombres de los dos. Es otra forma de romanticismo, he pensado.

Estando allí, en esa minúscula iglesia llena de historia me han venido un poco las ganas de rezar el padre nuestro, pero no lo he hecho, hay cosas que tienen mas sentido si las haces con alguien. No me parecía mucho la situación de darle la mano a gaetano y ponerme a rezar, sobretodo porque es la última cosa que se esperaría de mi; para compensar el deficit le he contado que Almudena y yo lo hacemos siempre, contarlo me ha resarcido un poco...

Hay sitios que consiguen trasmitirte una paz especial, una especie de fe ridicula pero que te invade, una espiritualidad que "ogni tanto ci vuole".

Me pasó de una manera increible con la sinagoga, las 2 veces que he ido...el silencio, cómo mires donde mires es bonito, esos bancos sobrios de madera con los nombres...uno piensa en pedir y luego se encuentra dando las gracias, pensando en la suerte que tiene de estar donde está.

No soy una persona especialmente creyente, y desde luego nada religiosa, pero hay iglesias que te devuelven las ganas de serlo...

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