martes, 21 de julio de 2009

AGRIDULCE

hoy ha sido un día un poco raro, perfecto en su género, pero siempre un poco amargo...como el retrogusto de algunas bebidas, de los que se quedan en la boca aunque el vaso lo terminaras hace tanto.

He comido croquetas, de las de Taza, las últimas que quedaban, esperando un momento especial (y que sepa usted, que como cada vez que las he hecho me han dicho que eran espectaculares).

He envíado un paquete, visto que mi plan de morir por la ansiedad de no poder pagar ni cargar el sobrepeso no resultaba tanto recomendable para la salud, y se me han agüado los ojos cuando me ha dicho el hombre que eran 42 euros, todavía los recuerdo, jóvenes y bellos en mi bolsillo, con tanta vida que vivir, ahora ya no están.RIP a esos 42€, a ese agua de mayo...

He dado una vuelta en moto, por el parque delle cascine, y por una parte a las afueras de Florencia a la que nunca se me hubiera ocurrido ir. Mientras veía debajo del casco los arboles pasar tan deprisa pensaba que de la misma forma habia pasado este año, con imagenes que forman un todo, pero que no puedes retener una por una para hacer el cómpito final...

Me he despedido de Antonella y de Alessandro Bruni, y ayer de ángela y francesco, y de Teresa y de Lucía, y de Eleonora...y los de antes son todavía más. Se desvanecen los que han sido protagonistas de mi año, y yo sigo siendo incapaz de llorar y de estar mal, incapaz de pensar que se acabo esta vida...

He ido al Strizzy, a mi strizzy, al que nunca habia ido con johnny, y el camarero simpático me ha hecho un frozen cosmopolitan con hierbabuena, no tengo palabras...impresionante, tomarlo al atardecer que ha robado descaradamente horas a la noche, como cada verano, escuchar la musica siempre acertada de fondo, pensar en todo lo que ha visto, y oído ese pub de al lado de mi casa

Cuando he llegado a casa me ha llamado Stefania y me ha hecho subir a la 619, los pocos que quedaban me habian hecho un video de mi paso por la residencia, de las fotos de fiestas, y de excursiones y de tardes tirados en casa y no he parado de sonreir...no saben cuanto se lo agradezco, son unos enormes!

Y hay champagne en la nevera, para celebrar lo vivido y no pensar que se acaba, y "hazme un cafe que hoy no quiero dormir".

Es la última noche que estoy en esta residencia como la conocía, aunque con todas las bajas estivas sea solo un espejismo de lo que solía ser. Es la última noche antes de Sicilia, de una semana de viaje prometido y ,como viene siendo costumbre, cumplido.

ojala pudiera llorar, pero no puedo, hoy no...ya llorarè mañana, en el tren, o cuando sea...porque siempre acaba siendo.

1 comentario:

Taza dijo...

Gracias, gracias, gracias... Por un año diferente, por responder a e-mails absurdos, por ayudarme a tener una bonita historia, por mostrarme Florencia, por... GRACIAS.