martes, 2 de junio de 2009

nel letto

Me gusta escribir desde la cama, recién levantada.
El portatil encaja perfectamente en las caderas y las sábanas evitan que se me quemen las piernas, pero me llega el calor justo, que yo me despierto siempre destemplada.

El despertador suena matemáticamente cada 10 minutos hasta que por fin me despierto, y me premio con el blog, previa pasada por facebook, tuenti, hotmail, gmail y marca...cuando termino han pasado más de 10 minutos y mis planes de estudiar se siguen postponiendo, pero me consuelo a mi misma diciendo que hoy me cundirá el doble, o el triple, o incluso algo (porque el producto de cero era siempre cero si no recuerdo mal)

Tengo un examen el jueves, y como viene siendo costumbre en mi las ganas de estudiar seguirán todo el dia en la cama, atrasando como siempre otros 10 minutos al despertador. Mientas yo, despierta, continuaré con este martes de fiesta nacional.

La gente está en un período exraño, un período cruel, fruto de sus ganas de estudiar suicidas, supongo. No paran de preguntarme "bueno, esto ya está acabando no?" o "no te da mucha pena pensar que te vas PARA SIEMPRE?". La gente es mala, o inocentemente estúpida, o solo estúpida...yo sonrío y digo en voz alta que todavía queda bastante, y luego lo vuelvo a repetir en voz baja. Pienso en llamar a Almudena para compartir con ella la sensación, pero a estas alturas quizás solo agudizaría el melodrama y entraríamos en un círculo de autocompasión mutua.

Hoy hace 3 meses que mi vecino se coló en mi Erasmus exigiendo un papel protagonista, que me pide de forma silenciosa una cantidad de tiempo que yo gustosa le cambio por el suyo. Hoy se cena en un Napolitano, en el centro, y luego él beberá cerveza y yo prosecco dolce, evitaremos durante un rato el discurso de que me voy, y nos centraremos en las ánecdotas...en el día que me pidió que le enseñara mis pelucas, o cuando me enseñó a hacer pasta con berenjenas, o la gracia que le hace cuando cambio la pronunciación de las palabras y a mi cuando se pone en plan madre controlandome si he comido todo; nos reiremos de las bromas de siempre y nos inventaremos alguna nueva y luego volverá a ser una realidad que me voy y que el tiempo vuela...

Pero bueno, eso será esta noche...todavía tengo que desayunar, y estudiar, y comer y estudiar, y beber otra taza de café y estudiar...no le robemos al día ningún minuto de los que le quedan.

Y si, estoy muy feliz, es el tono lento y un poco pegajoso de la mañana, pero creo sin ninguna duda que es el momento más feliz de mi Erasmus. Es como si tuviera un ciclo de la vida muy parecido al de cualquier persona y después de la inocencia y el descubrimiento continuo de la infancia, los lios y la intensidad adolescentes, el autodescrubrimiento de la juventud, el desencanto con algunas cosas de los primeros años de ser adulto llega el momento en el que tienes seguridad, y experiencia, calma y buen juicio para disfrutar y basta.Supongo que vendrá luego la melancolía, y el miedo, y luego las despedidas...y acabará, como acaba todo, y me subiré a un avión. Pero todavia queda bastante, todavía queda bastante, todavía queda bastante...

5 comentarios:

Taza dijo...

Es mejor abandonar lo bueno antes de que cambie de cara. El sabor que deja, será agridulce y no amargo.

Quintyhara dijo...

joder taza, vaya despertar que me has regalado!!!

pues no!!!nos negamos a acabar con las cosas antes de que nos las quiten...

Guille dijo...

juder vaya mazazo no??

Quintyhara dijo...

si, si...taza ya no firma y cuando lo hace me deja hundida...

pensaremos que son los examenes!!!

Taza dijo...

¡Qué gruñones estáis! Me sigo metiendo, pero si no tengo nada interesante que decir, no escribo.