martes, 21 de abril de 2009

GRACIAS SARA

se merece, como mínimo, que el blog se llame así...pero empecemos desde el principio...

el viernes, después de muy pocas horas de sueño consguí llegar a SMN (la estación) a buscar a la "mia dolce metá" con la que por fin me iba a dar el homenaje de subir al norte...tras un capuccino y un buen brioche para hacer tiempo y energia nos subimos al tren que nos llevaba a Padova.

Padova es muy bonita, aunque la vimos en tiempo record...los planos son normales y las calles caminables, hay edificios que merecen mucho la pena por dentro y por fuera y pasear con buen tiempo entre las miles de plazas fue un comienzo perfecto del viaje, aunque fuera la primera etapa agotadora de un tour que al final nos cobaría factura.

Después de meternos en el bolso la nutella y la mermelada que daban en el albergue para desayunar y sentirnos asi un poco erasmus retomamos el viaje, tranvía incluído hacía la siguiente parada...VENECIA!

es imposible que no te guste venecia, sobretodo cuando vas con una guía de corazón veneciano que te lo enseña todo con tanta cercanía...eso sí, yo creo que ni por dinero conseguiría vivir allí...debe ser porque ya soy parte del enemigo.

A mi venecia me enamoró antes de conocerla, cuando después de una ducha y un poco de crema en casa de nuestra perfecta anfitriona nos comimos en su terraza, que tiene vistas a tantos tejados y balcones, unos penne al pomodoro con granna y unas fresas con azucar que me devolvieron a la vida.

Despúes de eso fue el paseo destructivo y laberintico que nunca más seríamos capaces de repetir nostras con tanta fluidez. Los venecianos se mueven como pez en el agua entre todas esas calles, calljuelas y callejones, suben y bajan puentes, esquivan turistas y preveen antes de dar el siguiente paso por cual de los posibles caminos ahorrará al menos 30 segundos. Nosotras sin embargo no...

Con el cuerpo pidiendo piedad nos fuimos a cenar algo, la primera parada acompañadas de Sara no fue muy problemática, pero la siguiente, previa pasada por el ghettto, acabó con el ápice de ánimo que me había conseguido reunir después de casi una horita sentada y bebiendo un prosecco dolce. Puente de calatrava y a buscar la plaza Santa margherita, recompensa con una pizza de berenjenas y parmesano en un banco...

A esas alturas estaba coja, me dolía la espalda, tenía sueño acumulado de dos noches y las piernas hacían malabarismos para buscar la postura en la que la rozadura de los zapatos fuera menos hiriente. Una nueva broma pesada de Venecia y sus entresijos casi acaba con nuestra amistad, aunque el destino nos mandó una señal en forma de hombre perfecto (para variar más alto que gruñón, sabio y sus amigos) que nos acompañó hasta el puente que cruzaba el canal más cercano...Creo que fueron los únicos 10 minutos en los que no se oyó una queja y conseguimos caminar como dos señoritas, sonrisa incluída...SI, EXISTEN CHICAS, LO QUE PASA ES QUE SON POCOS Y ESTÁN OCUPADOS

Arrastadas de nuevo y solo motivadas por la marcha nupcial que se repetía en nuestras cabezas llegamos a la cama. Hay momentos maravillosos.

El domingo por la mañana lo pasamos en el sofá hablando con sara y suplicandole a nuestros cuerpos que se recuperaran, que nos quedaban cosas por hacer. Fue el risotto al azafran lo que les hizo reaccionar, platano y café incluídos y de nuevo, laberinto arriba y abajo llegamos a la plaza San Marco, nos pareció, igual que el día anterior, impresionante y nos decidimos, en vano, a entrar. Después de la negativa, cambiamos de planes hacia el palazzo ducale, IMPRESIONANTE, si alguna vez estais alli y dudais como hicimos nosotras en un momento de delirio entre entrar o no entrar sacudiros las dudas y para dentro, absolutamente.

El final del Palazzo ducale ya lo hice con la mano en la espalda, la vuelta a casa, para variar perdidas, la hice pensando no hay dolor, pero después de salir del bar y dirigirnos al siguiente me caían las lágrimas y pensaba que no podía moverne, asi que mi nervio ciático y yo dimos un nuevo aire al viaje y lo que iba a ser una noche de spritz y "tapas" fue una noche con cocina casera de Sara, que por mi sinceramente, encantada, pero a la pobre no la dábamos un respiro.

La mañana siguiente mi espalda no andaba mucho mejor y adelantamos el tren, prometimos a San Marco que la próxima vez entrábamos sin falta y piano piano, después de un mítico desayuno en una cafetería increíble y una triste despedida de la bondad hecha persona nos fuimos por la única calle grande y larga a la estación.

Y con una máscara y postales en el bolso, de nuevo en SMN mi esposa y yo nos despedimos, aunque por poco tiempo, de nuevo. Otro viaje perfecto juntas, y que le vamos a hacer?

Gracias Sara por hacerlo posible, nunca estaremos suficientemente agradecidas! dejo por escrito que cualquier cosa que necesites estamos al otro lado del teléfono.

4 comentarios:

Taza dijo...

Qué envidia me das y qué vacío está el calendario de viajes!

Guille dijo...

Padua, otro buen ejemplo de los frescos de giotto
Tendremos que llenar el calendario con alguna visita ¿no, taza?

Quintyhara dijo...

voy a rellenar el calendario, teneis razon, que me estabo descuidando

que pronto nos vemos madrid!

almudena dijo...

quería no leer tu post para que no me diera pereza escribir mi versión del viaje veneciano, pero es demasiado tarde...

qué viaje... ayss, pietro savio perfect man...
a ver que tal se nos da Roma