mi ajetreado AYER

Al final ayer me pudo el sueño y no pude reactualizar, como pretendía, pero fue un diía tan intenso que creo necesario escribirlo.

En Italia el codice fiscale se necesita para todo, así que como me lo pedían para poder darme internet (que vamos, para la calidad que tiene daba igual no tener nada) y también para el móvil pues allá que me fui con mi cara de turista a por el papelito de marras.

En mi santa ingenuidad decidí ir andando, así quemaba el plato de pasta que me pensaba tomar y además disfrutaba de la ciudad. Lo que en un principio calculé como máximo media hora acabo siendo mínimo 45 minutos, eso si, todo recto y casi sin cuestas.
Al llegar, tras seguir el “tutto diritto” de cuantos italianos me crucé para preguntarles, descubrí sin demasiada sorpresa que todos los funcionarios son iguales, asi que en el sitio, que en cuestión cerraba a las 12.30, se dieron por satisfechos con decirme a las 11.45 que era tarde, que ya otro día, si eso…y me delegó a otro edificio oficial “por si acaso ancora estaba abierto” que encontré más por casualidad que por empeño (no me quise guiar esta vez por mi intuición por si acababa en bulgary o similar)

Allí encontré a David, un irlandés al que le copié todo el formulario y con el que me puse a hablar en inglés inmediatamente…lo que podía haberse quedado en un gracias por indicarme como se hace, acabó derivando en pasar el día juntos (por favor, dejad de pensar que hubo algo más con todos los chicos que escribo!).Me acompañó a hacer la tarjeta, me invitó a comer (farfalle con pesto y gambas, por ciero) y a cambio yo le pagué la entrada de la sinagoga (que aunque llegamos por casualidad es absolutamente impresionante), tomamos algo en una terraza y me acompañó los 50 minutos de agradable paseo a mi casa. Un tipo majo aquel, lástima que no sea mi tipo (italiano con lamborghini y viñedos), pero espero verle más por aquí, aunque sea para recuperar el inglés perdido.
Por la noche, por fin, conocí a Sara, mi compañera de habitación, una italiana rubia (no, no es como la imagináis, para que no haya decepciones) muy simpática que empieza este año la universidad y quees de un pueblo del norte..entenderla la entiendo (casi siempre) pero mis conversaciones con ella dejan bastante que desear hoy por hoy…espero que mi italiano mejore en breve porque todos los que me conocéis sabéis lo horrible que está siendo para mi no poder hablar…

Bueno, el día de hoy os lo comento luego…si mi querida conexión wifi me lo permite.